domingo, 5 de febrero de 2012

Expectativas del Trabajo Colaborativo Utilizando Tecnologías Educativas
En este siglo globalizado, es necesario mejorar nuestro sistema educativo chiapaneco dentro de un marco de actuación que promueva el aprendizaje permanente, como línea de acción con el fin de optimizar resultados y favorecer su aplicación a través de los medios electrónicos. En nuestras manos están jóvenes que aspiran a ser mejor orientados y a formarse como ciudadanos responsables y generadores de nuevos empleos. Nuestra práctica educativa debe partir del enfoque de “aprender a aprender lo positivo y desaprender lo negativo”.  Nuestro presente escolar debe promover entornos participativos caracterizados por trabajos en equipos sin faltar la responsabilidad individual de cada estudiante.
El desarrollo de trabajos colaborativos como estrategia metodológica en las asignaturas establece una de las posibilidades más enriquecedoras para los estudiantes en el Estado, porque permite que los jóvenes asuman un papel protagónico en el aprendizaje, un trabajo de responsabilidad y de logros conjuntos para mejorar el  rendimiento, potenciar habilidades y desarrollar capacidades de aprendizaje apegadas a su entorno. Es indudable que el uso de las tecnologías actuales de  comunicación en proyectos colaborativos dentro y fuera del aula permite accesar a mayor cantidad de alumnos, desarrollar contenidos originales y fomentar la expresión creativa.
El éxito en el aula radica en experimentar objetivos, desarrollar contenidos, establecer una metodología significativa, organizar grupos, temporalizar actividades, establecer mecanismos de seguimiento, vincularse con otros planteles de bachillerato, establecer recursos y evaluaciones. Es necesario elaborar planeaciones y secuencias óptimas, quiero decir, que sean llevadas al aula y que permita el desarrollo de trabajos colaborativos según las necesidades detectadas en la práctica cotidiana y promoverlas en programas electrónicos para poner en acción estrategias y metodologías innovadoras con el uso de alternativas virtuales.
Es importante no perder de vista que la enseñanza-aprendizaje debe ser regulada a nivel interno por las instituciones educativas y/o los docentes. Establecer con claridad normas de uso y formas de organización específica en línea o vía internet para enriquecer de forma paralela y complementaria los trabajos en equipo que impulsan la tecnología y mejoran los procesos y los resultados didácticos.
Desde el punto de vista tecnológico los jóvenes chiapanecos deben esperar del aula y de sus docentes, espacios de proyección creativa mediante un programa ágil y eficaz procurando entornos amigables, seguros y flexibles que faciliten la interacción de la red o de la comunidad  escolar electrónica. Es vital impulsar las posibilidades del trabajo colaborativo mediante la integración curricular de actividades en el aula y fuera de ella para que sean los jóvenes los que hagan uso y evalúen si hay una integración efectiva o esperada de la enseñanza y el aprendizaje.
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